Parole humanitario termina para personas de Cuba, Haití, Nicaragua y Venezuela
Escrito por Movida Hispana el 13 junio, 2025
El Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés) anunció este jueves el fin inmediato de los permisos para vivir y trabajar en Estados Unidos, otorgados bajo el programa Parole Humanitario, implementado bajo el gobierno de Joe Biden.
La medida afecta directamente a más de 530 mil inmigrantes de Cuba, Haití, Nicaragua y Venezuela que llegaron al país bajo este programa. Datos federales indican que al menos 110.000 cubanos, 210.000 haitianos, 93.000 nicaragüenses y 117.000 venezolanos entraron a la nación amparados en el Parole Humanitario.
Tras el anuncio de la medida el gobierno debe cancelar de manera inmediata el permiso de trabajo, por lo que más de medio millón de personas se vieron afectadas.
De acuerdo con el aviso oficial, los beneficiarios del programa recibirán un correo electrónico informándoles que su estatus migratorio ha sido terminado y que deben abandonar el país de forma voluntaria.
De no hacerlo, advierte el documento, podrían ser objeto de acciones de deportación o detención sin derecho a realizar arreglos personales previos, reseñó Telemundo 51.
Para facilitar la salida, el Departamento de Seguridad Nacional recomienda el uso de la aplicación CBP Home, que permite notificar la salida voluntaria. Quienes accedan a esta opción recibirán asistencia de viaje y un bono de salida de 1.000 dólares al llegar a su país de origen.
Con esta nueva decisión, la Casa Blanca está limitando la estancia en el país de miles de personas que entraron amparados con el parole. La medida afecta fundamentalmente a aquellos beneficiarios del programa que aún no han cumplido los dos años en el país y no han cambiado su estatus, y a aquellos a los que se les venció el tiempo establecido de dos años y tampoco han cambiado su estatus.
Creación del Parole Humanitario
Cabe recordar que el programa de Parole Humanitario fue creado en 2023 por la administración de Joe Biden y buscaba ofrecer una vía legal de entrada para quienes enfrentaban crisis en sus países de origen.
Desde su creación el programa tenía un carácter temporal y establecía que sus beneficiarios debían cambiar su estatus migratorio antes de los dos años. Y de no hacerlo estaban obligados a abandonar el país.